El coaching ejecutivo y las TIC

El coaching ejecutivo como apoyo en la adopción de las tecnologías de la Información y comunicación (TIC)

Profundicemos en esta idea

Muchas personas familiarizadas con el concepto de coaching y en especial el coaching no directivo se estarán preguntando. Cómo el coaching no directivo puede ayudar a cerrar brechas relacionadas a las TIC, cuando a simple vista, dichas brechas estarían relacionadas con el conocimiento técnico, o habilidades duras, cuando el coaching trata o se encarga de la mejora de las habilidades blandas y el conocimiento tácito.



Pues la respuesta es en realidad muy sencilla: Antes de poder enfrentar necesidades de capacitación en conocimiento técnico o habilidades duras. Es necesario que hagamos una suerte de reconocimiento del terreno que pisamos y un inventario de las herramientas que como persona, como líderes y como organización, contamos para enfrentar el cambio. Necesitamos hacernos conscientes de nuestra situación actual, de las circunstancias tanto propias como de nuestra empresa o práctica profesional.



La incorporación de tecnología implica transformación, y la transformación requiere de un liderazgo claro y comprometido con ella; un liderazgo que convenza al menos, pero que inspire sería lo ideal. La transformación requiere de habilidades primero de persuasión, para pasar un mensaje coherente a nuestros colaboradores, mensaje que los ponga en modo de: “Yo me sumo”. Así como también habilidades de comunicación, para saber transmitir a nuestros clientes y potenciales clientes, lo que hay en esta transformación para ellos, lo que ganan.



“Mi negocio necesita un CRM para ser capaz de segmentar a mis clientes y prospectos para personalizar mi interacción con ellos, e incrementar la retención de clientes y la conversión de prospectos; por tanto, mis empleados necesitan saber qué es un CRM, y necesitan saber cómo usarlo”. ¡Si! De acuerdo. Pero antes de comprar un CRM o de enviarlos a hacer un curso sobre una marca específica de CRM, sería adecuado evaluar cuáles son, o como están sus habilidades en manejo del tiempo, su flexibilidad en la solución de problemas, o su capacidad de dar soporte escuchando con empatía.



Luego recordemos que el coaching trabaja sobre lo que nosotros podemos transformar, lo que está en nuestra capacidad cambiar. Por tanto, deberemos trabajar en nuestras propias habilidades blandas, enfocándonos en aquellas que nos permitan ser un líder a la altura de lo que se necesita para la transformación, así como nuestros colaboradores deberán trabajar sobre su propia realidad y lo que ellos pueden cambiar. Como líderes convencidos en la necesidad de la transformación, hagámonos la pregunta ¿Podemos mantenernos automotivados y motivar a nuestro equipo para que la transformación no falle?

¿Cuáles son los demonios que nos invaden?

Finalmente hay un punto adicional que es muy importante en el uso del coaching como herramienta en la adopción de la tecnología, y es la identificación, aceptación y gestión de las mentiras que nos decimos a nosotros mismos, mentiras que se convierten en profecías autocumplidas, las nefastas creencias limitantes. Estos son los demonios a los que me refería al inicio del artículo y que nos atan al pasado, o nos convencen de que no somos capaces de cambiar, o de hacer algo específico. 



Cuántas veces escuchamos en nuestra cabeza frases como: “Ya estoy muy viejo para hacer esto”, “Es que mis clientes no usan la tecnología”, “La tecnología es algo que no funciona en mi industria o en mi mercado”. Identificar estas creencias limitantes, y trabajar en ellas, no necesariamente para descartarlas, sino para validar si ganamos algo al hacerlo o no hacerlo, y tomar ventaja de ello, allanará el camino para ser exitosos en nuestro objetivo de cambio.



Entonces una vez que tomemos consciencia de nuestra realidad, y nos hagamos responsables de transformarla para bien, una vez que tengamos claro qué es lo debemos hacer para mejorar nuestras habilidades blandas y estemos seguros de que nuestros colaboradores han hecho lo propio en sus respectivos espacios. Entonces podremos generar un plan integral para el cambio, siempre con un objetivo organizacional claro, que justifique plenamente la incorporación de la tecnología que se necesita.



Desde luego en este punto el coaching ejecutivo deberá ceder algo de protagonismo a otras metodologías de aprendizaje, como la capacitación y el asesoramiento. Destinadas más a la transmisión de conocimiento técnico.

Esto es así ¿Solamente debido a la crisis actual?

Es innegable que la presente coyuntura nos puso creativos. De alguna forma la situación me recuerda una fábula que me contaba un jefe de un tiempo y amigo de varios años: “Imagina que ves a un tigre, el cual no ha comido en muchos días; el tigre está persiguiendo a un conejo a toda velocidad. ¿Quién crees que esté más motivado en ese momento?” Pues la respuesta obvia es el conejo, porque se juega su vida. El tigre -por muy hambriento que esté, no llegará al nivel de iniciativa, flexibilidad, y hasta sacrificio, que el conejo está dispuesto a mostrar para sobrevivir.

Los emprendedores y empresarios estamos en una situación similar, y regresamos a ver a todos lados buscando maneras de seguir adelante. Y una de las necesidades obvias es incorporar tecnología en nuestras actividades profesionales o empresas.



Ojo que no hablo de “transformación digital”, término que de paso está un tanto sobre usado. De hecho, algunos expertos consideran que todo el mundo usa mal ese término, excepto ellos claro. Yo considero que el término está bien usado siempre y cuando lo hagamos siguiendo unas pocas reglas simples, que aseguren el alineamiento del cambio, con nuestros objetivos organizacionales. Es decir, no debería ser necesariamente algo complicado, desde el punto de vista del negocio. O, mejor dicho, debería ser complicado proporcionalmente al nivel de complejidad que nuestra práctica o negocio tiene, por su naturaleza y dimensiones.



Entonces por ahora no hablemos de la necesidad de transformación digital, solo de la necesidad de adopción de tecnología.



Esta necesidad no es nueva

Así es, la necesidad ha existido siempre, pero vivimos en un medio en el que nuestro comportamiento es guiado por una percepción de escasez, al menos en mi país Ecuador. Por tanto, las personas y los negocios cuidan mucho la inversión de dinero en elementos que no son identificados como absolutamente necesarios. La pregunta es, ¿Puedo seguir viviendo -o mi empresa puede seguir prosperando, sin invertir en nueva tecnología? Si la respuesta es sí, la nueva tecnología seguirá esperando.



En este punto quiero mencionar que no se trata de la tecnología por la tecnología. Se trata de que la tecnología apoye o habilite la implantación de mejores prácticas, que mejoren la eficiencia operativa, que produzcan reducción de costos, permita mejorar la satisfacción de nuestros clientes o nos ayuden a conseguir nuevos. ¿Podemos hacer eso sin adoptar nueva tecnología? Entonces al diablo la tecnología, no la necesitamos.



Pero ¡Y todo tiene un pero! Hay muchas razones por las que lo descrito en el párrafo anterior es un escenario cada vez más y más irreal. Algunas actividades económicas podrán sobrevivir más tiempo que otras en ese escenario, sin embargo, todas se verán eventualmente en una coyuntura similar a la que muchísimas están viviendo en este 2020. ¡Y, no por un virus, no! Pero si a causa de quienes serán sus futuros clientes. Generaciones que nacieron digitales y que por nada del mundo usarán servicios o productos que no ofrezcan la conveniencia de la hiperconectividad, si es que al frente tienen una opción que si lo hace.



Entonces, regresando a nuestro tema. El coaching puede ser una herramienta muy útil para implementar la adopción de nueva tecnología y no solo en tiempos de pandemia, sino siempre que un gerente o emprendedor se encuentre en la necesidad de transformarse y transformar su empresa digitalmente. En este momento la situación ha exacerbado esta necesidad, pero siempre ha existido, y cada vez será más urgente, hasta llegar a ser vital que la atendamos.



¿Queremos atenderla cuando estemos entre la espada y la pared?